EDUCACIÓN CHINA

EDUCACIÓN CHINA

El pueblo chino, cuya historia se remonta en el año 3000 antes de Cristo.
Tiene una larga y rica tradición cultural en la cual ha desempeñado un importante papel la educación. A lo largo de todo el periodo imperial (221 cha-1912 dic) tan sólo los que tenían una educación tenían posiciones de liderazgo social y político.
El niño recibía en el seno de la familia la primera educación que consistía en la enseñanza de las virtudes, las reglas y los preceptos establecidos desde tiempo inmemorial. Sólo a los diez años comenzaba la educación escolar; el niño concurría entonces a la escuela pública, que se ocupaba de su instrucción que se reducía, en su esencia, al aprendizaje de la lectura, la escritura, el cálculo y las prescripciones del ceremonial. El maestro comunicaba el saber por medio de continuas repeticiones y largas ejercitaciones, y el discípulo realizaba el aprendizaje mnemónico de los textos, saturados de preceptos y máximas morales.
A los quince años el joven era, admitido en las escuelas superiores, cuya misión era preparar a los futuros funcionarios del Estado. Allí aprendía las reglas de la conducta moral, estudiaba los libros canónicos y realizaba composiciones sobre los libros clásicos.
La enseñanza superior tenía por finalidad formar a los funcionarios y mandarines del Estado. Su plan de estudios era eminentemente de carácter literario.
Concluidos los estudios podía presentarse a los exámenes, que le abrían el camino para los distintos puestos públicos. Los exámenes rendidos ante las autoridades del municipio, permitían la incorporación del Joven a la clase de los letrados; los efectuados ante las autoridades provinciales, habilitaban para ejercer empleos en esa jurisdicción administrativa; los realizados en la capital del Imperio Pekín, servían para ingresar en distintos puestos imperiales y los rendidos en el Palacio Imperial, daban acceso a la Academia Imperial, convirtiendo al individuo en funcionario del Estado.
El Propósito de la educación era enseñar a cada individuo la senda del deber donde se hallaban minuciosamente prescritas las ocupaciones de la vida.
Preparar funcionarios del Estado, que fueran fieles custodios de la tradición, fue la meta perseguida por la educación China.
En China no ha habido un sistema organizado de educación pública, tampoco escuelas superiores o universidades donde se pudiera investigar libremente (salvo la Universidad Imperial) La cultura China, por esto, quedó estacionaria por tantos siglos sin la posibilidad de desarrollo científico.
El alto desarrollo espiritual y humano y moral de la familia, y del hombre chino, contrastó con su estacionario desarrollo científico.
Era un estado totalitario, pero al mismo tiempo un estado regido por letrados: los mandarines, no por guerreros o sacerdotes como en los demás pueblos orientales.
China desarrolló grandes progresos en la agricultura, la industria, las artes y las letras, que, al brindarle dentro de los límites de su territorio todo necesario para la existencia, lo llevó y mantuvo en el aislamiento. Esto permitió que China conservara inalterable, a través de siglos, sus tradiciones, instituciones, leyes, hábitos, etc.
La estructura social de China estuvo modelada sobre la organización familiar. Así como el padre tenia autoridad suprema y los hijos le debían obediencia sin restricciones, el Emperador a quien los chinos atribuían origen divino, gozaba de un poder ilimitado y sus súbditos le debían obediencia absoluta.
Los ideales ético religiosos de los chinos derivaron de las reformas de Lao- tse y de Confucio. Lao-Tsé fundo en el siglo VI una nueva doctrina, el taoísmo, cuya ética armonizándose plenamente con las necesidades del Imperio, se condensaba en mandatos generales que señalaba los deberes de la familia, el cumplimento de los deberes sociales y el amor al prójimo. Confucio (551-479 a. de C.) creo un nueva sistema moral que, reinterpretando las tradiciones chinas, se convirtió en la base de la educación.